Tenía ganas de escribir algo sobre las canas. Antes mi pelo era oscuro y además desde hacía años me ponía tintes que potenciaban el color, como el chocolate o el marrón glacé.
Hacía tiempo que quería un cambio en mi look y, sobre todo quería estar más cómoda y no quería tener que ir a la peluquería cada quince días.
Mis cabellos empezaban a estar cada vez más blancos o grises y necesitaba cambiar.
Así que un día decidí que ya era hora de quitarme complejos de encima y mostrar mis verdaderos colores, como dicen en inglés.