
En el idioma español las palabras tienen género masculino o femenino.
El género se forma de 3 maneras:
- cambiando el lexema, es decir la palabra entera; caballo/yegua
- cambiando el morfema, es decir cambiando la -o por -a; fontanero/ fontanera
- cambiando el artículo de palabras; el taxista/la taxista
Durante años hemos utilizado el masculino como un genérico, para referirnos tanto a mujeres como a hombres, y esto puede provocar la invisibilidad del género femenino.
A través de la lengua y el lenguaje, la mujer también ha sido sin ninguna duda despojada de derechos y se la ha relegado innegablemente a lo largo de los años a las tareas del hogar.
Se ha supuesto que la mayor aspiración femenina ha sido casarse y tener hijos y esto ha hecho que multitud de refranes sexistas hayan estado en el imaginario popular incrustados durante mucho tiempo.
“Por ese hablar tan suelto, habrás de perder casamiento”
“Donde hay barbas, callen faldas”
“Mujeres y libros siempre mal avenidos”
“Mujer, niño y loco no guardan secreto de otro”
“Secreto confiado a mujer, por muchos se ha de saber”
“La mujer y la mentira nacieron el mismo día”
“Palabras de mujer, no se han de creer”
“Cuando la mujer es famosa, casi siempre lo es por mala cosa”

El lenguaje está hecho para confundirnos
Eduardo Punset